viernes, 5 de agosto de 2011

LA CRISIS DE 1929-1932.-


Esta crisis en principio fue un reflejo de lo sucedido en los Estados Unidos, en donde se dio la Gran Recesión que se prolongó desde 1929 hasta el año de 1935. En nuestro país, a la vez fue agravada por algunas de las medidas internas que fueron aplicadas, entre ellas la desmonetización del oro. En México la crisis inició en 1929 y se prolongó hasta 1932, es decir que duró 4 años y acumuló una pérdida en el PIB absoluto de 20.55% en el período. Por tal motivo podría considerarse la peor de toda nuestra historia.
Sin embargo no cuento con información suficiente para incluirla en la comparación y por lo mismo solamente reproduzco algunos párrafos que fueron incluidos por Don Antonio Ortiz Mena en su libro*:

"Desde 1929, la economía mexicana fue afectada por la Gran Depresión. El país vivió un proceso deflacionario, con reducciones muy significativas en el ingreso nacional y en el nivel general de precios. Una de las primeras reacciones de política económica fue la realización de una reforma monetaria mediante la expedición de una ley en julio de 1931, que se conoció como "Ley Calles", debido a que en esa época el general fungía como presidente del Consejo de Administración del Banco de México. Entre sus principales medidas la Ley Calles preveía desmonetizar el oro y limitar la circulación monetaria únicamente a piezas de plata ... Si bien los objetivos de prudencia en el manejo de la oferta monetaria eran adecuados, la reforma fue demasiado drástica."

Como era de esperarse las medidas de Calles provocaron mayor recesión, provocando la caída anualizada del PIB más grande nuestra historia, que fue de 14.83% en el año de 1932. Paralelamente la reducción del circulante y del crédito, provocaron mayor deflación, llegando a niveles de 10.45% en 1931 y 9% en 1932. Por si esto fuera poco, la moneda se devaluó, pasando del promedio de $2.12 por dólar en 1930 a $3.53 por dólar en 1933 equivalente al 66%. Todo lo contrario de lo que la "Ley Calles" trataba de evitar.
Es interesante reproducir algunos párrafos del Informe Anual del Banco de México correspondiente al año de 1931:

La Ley Monetaria que se expidió en julio de 1931 dando poder liberatorio a la moneda de plata nacional, determinó que entre el público surgieran perplejidades y que se despertara el espíritu conservador de los depositantes de dinero en los bancos. Tal vez por esta causa, o por coincidencia lamentable, se produjo el cierre de una de las instituciones de crédito que operaban en esta capital, y ese caso aislado provocó un pánico en contra de los demás bancos locales. Debe ser motivo de satisfacción el que ni aún en tales circunstancias graves, ese pánico hubiera afectado nuestra Institución, sino que, contrariamente, se afianzaran su prestigio y su crédito, dando motivo a una demostración airosa de su seriedad cuando su Consejo de Administración dictó el acuerdo de pagar en oro, al cien por cien, la totalidad de sus depósitos. Este acuerdo, que fue decisivo para solidarizar el prestigio del Banco, se pudo dictar debido a que la Dirección General previó las dificultades que podrían sobrevenir entre la diversidad de consecuencias de la crisis mundial, que ya había envuelto a nuestro país; y con muchos meses de anticipación había logrado concentrar en las arcas de la Institución oro nacional equivalente al ciento doce por ciento de sus obligaciones en esa especie. En aquellos días en que el pánico que evocamos amenazaba por igual a todas las instituciones de crédito, tuvo el Banco de México fuerza suficiente para prestar ayuda a otros bancos que, momentáneamente, llegaron a encontrarse en condición difícil, aunque merced a nuestro respaldo sorteó suavemente los escollos que en su camino se presentaron.

Si bien el pánico de los inversionistas debió consumir las exiguas reservas del Banco de México (no existen cifras para esos años), por otra parte, la reducción de los ingresos del sector público fue tan grande, que fue imposible cubrir los emolumentos de los burócratas durante muchas quincenas. Tan terrible situación provocó una crisis en el gabinete del presidente Ortiz Rubio, que llevó a la destitución del Secretario de Hacienda, Don Luis Montes de Oca, ocupando su sitio el Ing. Alberto J. Pani.
Según narra don Antonio Ortiz Mena, el ingeniero Pani se adelantó a su época, quien al observar la caída generalizada de la demanda de bienes y servicios, implementó un plan de estímulo de la economía. Para ello, cuando Keynes aún no publicaba su Teoría General de 1936, el Ing. Pani propuso una reforma a la Ley Calles, que le permitió la acuñación de una importante cantidad de monedas de plata, mismas que fueron puestas en circulación en 1932. Esto reactivó la economía y le allegó recursos al gobierno, por la diferencia que obtuvo, entre el valor intrínseco y el valor nominal de las monedas emitidas. De esta forma logró pagar las nóminas y además reactivó la economía al recuperarse la confianza . Para el año de 1933, el crecimiento del PIB fue del 10.95% y como era de esperarse se revirtió la deflación, pero el porcentaje inflacionario subió hasta 6.23% en el período. De tal manera la crisis terminó antes que en Estados Unidos.

Para consultar en detalle, todos los Informes Anuales del Banco de México, oprima aquí

1 comentario:

  1. LA INFORMACION PUBLICADA SE OBTUVO DE http://mexicomaxico.org/Voto/CrisisMex.htm

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