viernes, 5 de agosto de 2011

LA CRISIS DE 1982, JOSE LOPEZ PORTILLO - MIGUEL DE LA MADRID.


El Origen:
Como dijimos antes López Portillo llegó al poder a raíz de las elecciones del 4 de julio de 1976, algo que todos sabíamos por anticipado. Fueron solamente para cumplir el requisito legal, pues el dedazo de Echeverría lo convertía de manera automática en el futuro presidente de México. En esa ocasión el PAN de plano no propuso candidato y López Portillo "ganó" el 93.49% de los votos del PRI, PARM y PPS, que se aliaron para competir juntos en las elecciones. La única oposición que tuvo fue del Partido Comunista, no registrado, que ganó el 5.29% de los votos. Como el mismo JLP reconoció pública y cínicamente al final de su vida, pudo haber ganado con el solo voto de su señora madre.

No hubo maximato ni golpe de Estado, Echeverría se fue a formar su Centro de Estudios Económicos del Tercer Mundo, (vaya forma de tirar el dinero), pero eso sí, López Portillo fue una versión corregida y aumentada del predecesor.

La gran duda era saber de que manera afrontaría la terrible crisis que estaba viviendo nuestro país y cual sería el mensaje que enviaría a la ciudadanía en su discurso de toma de posesión del 1o. de diciembre de 1976. Para sorpresa de la mayoría de los mexicanos, el histórico discurso de López Portillo fue extraordinariamente conciliador, esperanzador y además expresado en tono muy emotivo, aprovechando las grandes dotes de orador que poseía Los que siguen son algunos de sus párrafos substantivos:

"Se hace imprescindible reiterar que nuestro desarrollo depende del esfuerzo productivo de los mexicanos; que nuestros recursos naturales no se han empobrecido por haberse devaluado nuestra moneda; que la capacidad creadora de sus habitantes no está a merced de pánicos financieros y que, en consecuencia, los precios, los salarios y el nivel de vida solo se deterioran en la medida en que, por ignorancia, temor o mala fe, seamos incapaces de comprender que lo único afectado es el valor de lo que compramos en el exterior. Quisiera que así lo entendiéramos muy pronto para evitar la peor de las dependencias enajenantes, la psicológica, la que nos hace perder identidad y dirección.
Podemos, claro, de no actuar en consecuencia, caer en desorden tan profundo, como grande sea nuestra irresponsabilidad e incompetencia en el manejo de una espiral que puede convertirse en torbellino: inflación devaluación. precios utilidades salarios, inflación devaluación y así sucesivamente. El desempleo y los enfrentamientos que ello traería aparejado debilitarían nuestra democracia y enfrentaríamos el riesgo de emplear fuerza en vez de razón; imposición en vez de solidaridad. Vencer y no convencer. Dominar en lugar de servir."

y más adelante

"Apoyaremos a las empresas que de buena fe se vieron forzadas a endeudarse en dólares para evitar la elevación de costos y su descapitalización. Paralelamente habrán de reestructurarse las tasas de interés para premiar la permanencia del ahorro y disminuir la volatibilidad financiera.
Para conciliar los intereses individuales y colectivas de los mexicanos se emitirán nuevos valores de largo plazo respaldados por la producción de materias primas básicas y vinculado al precio internacional de algunos de nuestros recurras más importantes, como la plata -de la que somos el primer productor mundial- y el petróleo.
Adicionalmente para transacciones corrientes reiniciaremos la acuñación de las tradicionales monedas de plata mexicanas, nuestros pesos fuertes. De esta forma ofreceremos a los mexicanos opciones atractivas de ahorro que sin perjudicar sus legítimos intereses, coincidan con los nacionales y nos permitan combatir la inflación y los disparos cambiarios."

y después

"No estaría completo este conjunto de leyes, si no se propusiese un instrumento de regulación del endeudamiento público. Este proyecto de ley propone un tratamiento de la información que no sólo garantice el escrupuloso conocimiento de todos aquellos elementos que caracterizan los compromisos del sector público que habrán de traducirse en deudas sino que permita su adecuado uso y control pertinente. En la actual coyuntura económica, esto tiene un significado de significado de suma trascendencia ..."

Después de muchos meses de zozobra, aquel discurso tan bien elaborado y conciliador fue como la llegada inesperada de un viento fresco y renovador, que nos hizo fincar nuevas esperanzas en el desempeño de aquel nuevo gobernante. Es seguro que todos los mexicanos nos encontrábamos muy necesitados de escuchar palabras de aliento y como pocas veces, tras de aquel discurso, nuestro país cambió de la noche a la mañana.
Una nueva esperanza estaba latente, tendríamos un peso fuerte respaldado por nuestra producción de plata, el Gobierno estaba conciente de que la espiral inflacionaria bien podría convertirse en un torbellino y además prometía crear un instrumento que regulara el endeudamiento público.
Ahora habría que ver si las promesas habrían de cumplirse.

En el primer año de gobierno, 1977, el manejo de las finanzas gubernamentales se mantuvo dentro de las formas ortodoxas y la inflación bajó ligeramente a niveles del 20%, la confianza recuperada evitó la fuga de capitales y las exportaciones crecieron 27.2% obteniéndose una balanza comercial positiva y una disminución del 50% en el déficit de la cuenta corriente. El tipo de cambio se ubicó al final de 1977 en 22.74 pesos por dólar.
Todo lo anterior de acuerdo a los lineamientos fijados por el FMI para el otorgamiento de los cuantiosos créditos que se requerían para el pago del capital y los intereses de la enorme deuda externa heredada.

Sin embargo, dentro del mismo gabinete existían puntos de vista divergentes; la Secretaría de Hacienda que encabezaba Julio Moctezuma Cid se inclinaba por una política conservadora y de contracción, mientras que en la recién creada Secretaria de Programación y Presupuesto, a cargo de Carlos Tello Macías, había la percepción de continuar con la política expansionista del sexenio anterior. El conflicto fue tan grande que ambos fueron cesados de sus cargos en noviembre de 1977.

En su discurso de toma de posesión López Portillo no dejó entrever cuales eran sus futuras intenciones en cuanto al desarrollo de la industria petrolera.
Ya en otro lugar mencioné de que manera un humilde pescador mexicano llamado Rudesindo Cantarell, con su descubrimiento le otorgó a México uno de sus mayores tesoros, el sexto yacimiento petrolero más grande del mundo, sin pedirle nada a cambio. Fue al inicio del sexenio de Echeverría, 1971, cuando finalmente PEMEX prestó atención a las palabras de Rudesindo y pusieron manos a la obra para determinar de manera fehaciente la magnitud del descubrimiento. Para 1974 ya era del conocimiento de los norteamericanos la existencia de grandes reservas petroleras en aguas poco profundas del Golfo de México y se encontraba en proceso de perforación el primer pozo denominado Chac 1; pero aparte de ello la visita del presidente Gerald Ford a la frontera mexicana para entrevistarse con Luis Echeverría el 21 de octubre de 1974, propició que unos días antes, el 12 de octubre de 1974, el diario Washington Post hiciera del conocimiento público las gigantescas reservas petroleras de México, estimadas en 20,000 millones de barriles y la posibilidad de exportar hasta 2,000 millones de barriles diarios en los años 80.
Recuerdo bien que durante la reunión presidencial de aquellos días, cuando se le tocó el punto a Echeverría lo evadió, aduciendo que la solidaridad con la OPEP era de orden solamente enunciativo y que de momento México solamente exportaría lo necesario para cubrir el importe de sus importaciones petroleras.
La realidad era que ese año de 1974, resultaba de muy especial trascendencia para México, por primera vez y después de 53 años, se lograba superar la marca de producción petrolera que habían dejado las empresas extranjeras en 1921, que había sido de 193.4 millones de barriles anuales, llegando al nivel de209.85 millones de barriles anuales.
Para 1974 el desarrollo petrolero en los estados de Tabasco y Chiapas, basado en la producción de los recientes campos de Cactus, Samaria, Cunduacán, Sitio Grande y otros, cubría ya el 50% de la producción nacional. Durante 1975 y 1976 la producción siguió creciendo para llegar a fines de 1976 a la impresionante cifra de 293.12 millones de barriles anuales, aún sin la aportación de pozos en aguas someras. Precisamente en ese mismo año se dio conclusión exitosa del pozo Chac-1 en la Sonda de Campeche, que vino a confirmar la existencia del gigantesco manto petrolero de Cantarell, sexto más grande en el Mundo, a 75 Km. al noroeste de Ciudad del Carmen.

Aparentemente PEMEX había solicitado desde 1976 la certificación de las reservas petroleras de México a la empresa De Golyer and Mac Naughton, las cuales fueron estimadas en 11 mil millones de barriles y este dato le daría sustento al proyecto de expansión de la producción petrolera, su exportación y el subsecuente financiamiento, que tenía planeado el nuevo Gobierno.

Para el primer Informe de Gobierno el 1o. de septiembre de 1977, el discurso de JLP comenzó a cambiar y fue allí en donde reveló de manera oficial y por primera vez, que las reservas probadas eran ya de 14,000 millones de barriles y se emprendía un basto plan de desarrollo petrolero, que consideraba duplicar la capacidad de refinación, triplicar la producción de petroquímicos y la construcción de un gran gasoducto desde Cactus, Chiapas hasta Tamaulipas. En esa ocasión pronunció la siguiente frase de corte triunfalista, la primera de muchas otras que diría después:

" ... En la época actual los países pueden dividirse entre los que tienen y los que no tienen petróleo. ¡Nosotros lo tenemos!"

El Ing. Jorge Díaz Serrano fue nombrado director de PEMEX en virtud de tener amplia experiencia en la perforación de pozos en aguas someras y ser un experto en el conocimiento de los negocios del petróleo. Por tal razón Díaz Serrano hizo la descripción de las reservas y los planes de desarrollo a través de dos comparecencias en la Cámara de Diputados, los días 26 y 27 de octubre de 1977.
Enseguida se reproducen algunos párrafos sobresalientes de la primera comparecencia, por ser considerados de mucha importancia. Para conocer las versiones completas de las sesiones de la Cámara de Diputados, por favor oprima en las fechas siguientes: 26 de octubre o 27 de octubre.

" ... Decíamos a ustedes que en México nunca hubo acumulación primaria de riqueza, bien, ahora la situación ha cambiado, y si tomamos en cuenta que las reservas probadas provienen tan sólo de una parte relativamente pequeña de lo que técnicamente ya sabemos que existe tanto en el área de Reforma, en el Mar de Campeche y en el Golfo de Sabinas, podemos repetir que México cuenta hoy, por primera vez, en toda su historia a partir de la Conquista, con una gran acumulación de riqueza. (Aplausos.)
Esta riqueza constituye, no sólo una manera de que resolvamos los problemas económicos que tenemos en la actualidad, sino que es el gran eje económico que ha faltado desde el principio de nuestra historia y cuya ausencia ha inhibido la total consolidación de una nación y hace posible ver hacia el futuro la creación de un nuevo país, no sólo permanentemente próspero, sino incluso un país rico en donde el derecho al trabajo sea una realidad y cuyas remuneraciones permitan en general un mejor estilo y calidad de vida.
También, por primera vez, la gran riqueza de la nación no está en unas cuantas manos, sino que tiene la cualidad, la gran característica de ser precisamente del pueblo de México y estar administrada a través de su representante que es el Estado mexicano mediante la herramienta petrolera de todos, que es Petróleos Mexicanos. (Aplausos.)
... Hay que considerar que las reservas de hidrocarburos de México, equivalen al consumo actual de nuestro país para una duración de doscientos ochenta años.
El costo político para el país será muy alto si no construimos rápidamente la poderosa plataforma de producción que nos coloque en un lugar prominente en el concierto mundial.
Necesitamos actuar sin temores, puesto que entonces tendremos una capacidad de negociación que no tenemos ahora ..."

Como puede apreciarse, el futuro parecía en extremo promisorio, pues se hacía pública la cifra actualizada de las reservas probadas, que como dijimos antes, rebasaban ya los 14,000 millones de barriles y la posibilidad de continuar creciendo en el futuro. En la comparecencia del día 27, el tema se centró en la necesidad de construir un gasoducto troncal desde Chiapas a Tamaulipas, con sus correspondientes ramales para el abastecimiento de gas natural a la industria nacional, pero a la vez con la mira de exportar al estado de Texas.
Evidentemente el descubrimiento de las grandes reservas petroleras cambiaba totalmente el panorama y modificaba de manera radical las expectativas futuras. Habría grandes ofertas de créditos para el desarrollo, pero se olvidaría la promesa de controlar la espiral inflacionaria y regular el incremento de la deuda externa.

Dentro de las múltiples frases pronunciadas por JLP que causaron gran impacto, las relacionadas con la abundancia de petróleo quedaron muy grabadas en la mente de muchos mexicanos, fundamentalmente por los pésimos resultados obtenidos al final de su gestión. De los párrafos que siguen, el primero corresponde al III Informe de Gobierno pronunciado en septiembre de 1979 y el segundo al V Informe de Gobiernopronunciado en 1981:

" ... Tener abundancia de petróleo en un mundo ávido de energéticos y económicamente desordenado, nos coloca en posición prominente para impulsar nuestro crecimiento económico y social independiente y autosostenido y, por primera vez y quizá la única en nuestra historia, nos permite delinear un modelo de país factible y a la altura de nuestra más ambiciosa filosofía política ..."

" ... Pero sabemos y siempre lo hemos dicho, que ese recurso con tanto valor y esfuerzo nacionalizado por nuestros próceres, nos da oportunidad de progreso si sabemos administrar su abundancia, si organizamos el trabajo, No vamos a ser grandes vía especulación. Sólo el trabajo nos da esa oportunidad. Sigamos trabajando y dejémonos de cuentos, ilusiones, terrorismo conceptual, calumnias y bilis ..."

Aquel tono, en extremo optimista y de cierta forma ostentoso, se basaba en el crecimiento de las reservas de petróleo probadas que pasaron de 11,000 millones de barriles en 1976, hasta 72,000 millones de barriles reportadas en el último Informe Presidencial de 1982.

Como era de esperarse, ante el auge petrolero el nuevo Gobierno optó por continuar la política económica expansionista y así vimos crecer las exportaciones petroleras que eran de 556.97 MDls. en 1976, a casi el doble en 1977 con 1,029.4 MDls., mientras que las importaciones de petrolíferos apenas fueron de126.53 MDls.
De allí en adelante el crecimiento de las exportaciones sería impresionante, llegando en 1982 a 16,447 MDls, contra 140.48 MDls. de importaciones de petrolíferos.

De igual manera, ante la oferta masiva de crédito, el Gobierno continuó el endeudamiento sin control, ni medida, llegando a triplicar la deuda que al inicio del período ya era exorbitante, pasando de 19,600 MDls en 1976 a 58,874 MDls en 1982, de acuerdo con cifras oficiales. Si en 1976 ya representaba el 28.59% del PIB, para 1982 llegó al 91.57% del PIB.
El desorden en el gasto público fue monumental y como nos prestaban en especie, nos llegaban equipos, materiales y maquinaria que se amontonaban y se echaban a perder en los muelles de nuestros puertos.

Para entonces López Portillo era casi un rey, todas las decisiones se tomaban en la presidencia. ... y con el estómago, no con la razón. Algún periodista de la época escribió que López Portillo convirtió a su gobierno en: “una corte palaciega, aristocratizante y rumbosa empeñada en un afán de enriquecerse hasta proporciones de escándalo”.
Sus principales características fueron la corrupción, la frivolidad y el nepotismo.

No todo había quedado allí, la fiebre estatizante de López Portillo lo había llevado a comprar una gran cantidad de empresas quebradas, que ahora sumadas a las 272 que le entregó Echeverría, daban la increíble cantidad de ¡1155 empresas estatales y paraestatales!


Por la importancia de las cifras que aporta, me permito reproducir un párrafo del libro Deuda, Inflación y Déficit que fue publicado en 1997 por la UAM, Campus Iztapalapa, bajo la dirección del Maestro en Economía Alcides José Lasa Crespo, en el que se muestra la crítica situación que alcanzaba el déficit en cuenta corriente para fines de 1981:

" ... Si la balanza comercial mostró signos desalentadores, los pagos a factores del exterior y la balanza en cuenta corriente tuvieron un desarrollo alarmante. Los intereses por la deuda externa que habían representado alrededor de 2000 millones de dólares en 1977 se elevaron sostenidamente hasta alcanzar los 9500 millones en 1981, y los pagos netos a factores del exterior pasaron de 1875 millones de dólares en 1977 a 12,160 millones en 1981; mientras que el déficit en cuenta corriente, que había sido de 1600 millones en 1977, se multiplicó por diez en sólo cuatro años, superando los 16000 millones en 1981 ..."

Intentar escribir más sobre los orígenes de la crisis es en verdad inútil, las cifras hablan por si solas y puede ampliarse la consulta, accediendo a la tabla incluida al final, o bien en la tabla Termómetro de la Economía Mexicana de este mismo sitio.

Fue una lástima que aquella gigantesca abundancia de petróleo tuviera que ser extraída, no solamente para el consumo nacional cada vez mayor, lo que era razonable, sino para incrementar las exportaciones y pagar con sus divisas tanto la deuda externa como el servicio de la misma.
Baste saber que nuestras reservas probadas actuales, 2009, son apenas de 14,300 millones de barriles, incluyendo crudo, gas y líquidos. La diferencia bien puede ser equivalente a las extracciones realizadas en un período de 28 años aproximadamente, sin mayores reposiciones de reservas por falta de exploración.

Pasemos a ver cuales fueron los efectos del desorden económico-financiero acumulado hasta 1981.

Los Efectos:
¿Que pensaba en 1981 un pequeño empresario, un ciudadano común como tantos, de aquel desordenado crecimiento económico?.
Al final de las cuentas éramos los más. Las pequeñas industrias definitivamente eran, y han sido, las mayores generadoras de mano de obra formal, pero a la vez las que menos información reciben.
Sí había mucho trabajo, pues el "boom" petrolero había detonado el crecimiento económico, pero para entonces surgían muchas complicaciones a las que no estábamos acostumbrados. Una de ellas era la inflación de dos dígitos que hacía imposible hacer planes a futuro.
Después de 1981 nuestra pequeña empresa prefirió no volver a contratar ningún trabajo con el Gobierno, pues el riesgo que se corría era muy alto. Para entonces dichos trabajos que se otorgaban por concurso incluían las famosas cláusulas de ajuste de precios, pero no funcionaban adecuadamente y por lo tanto actualizar precios era una verdadera odisea. Decidimos entonces trabajar solo para la iniciativa privada.
No había mano de obra calificada, todo mundo tenía trabajo lo cual era bueno, pero hacía muy difícil cumplir con los compromisos contraídos.
Pero sobre todo el ambiente que se vivía era de terrible desconcierto y temor por lo que podría suceder. Ante la falta de información, las expectativas futuras eran en verdad impredecibles.

Finalmente las malas noticias comenzaron a llegar en 1981:

  • La sobreoferta de petróleo a nivel internacional propició que los precios comenzaron a bajar. El precio de la mezcla mexicana que en enero de 1981 era de 36.31 Dls por barril, para finales de año había llegado a niveles de 31.0 Dls por barril. Esta situación propició una crisis en la dirección de PEMEX, pues el Ing. Díaz Serrano de manera unilateral y sin consulta previa, redujo el precio del barril en 4.00 Dls. Esta decisión al final le costó el puesto, pero era evidente que el había realizado el ajuste correcto, de acuerdo con los precios vigentes, a la baja, en el mercado internacional. Esta situación disminuía los ingresos petroleros, tanto por la reducción en el precio, como por la falta de demanda en el mercado

  • La tasa Libor, que servía de base para determinar los intereses de los excesivos préstamos contratados hasta esa fecha, se fue moviendo paulatinamente desde un nivel del 7.6% a fines de 1977, hasta los niveles del 19 al 20 % observados en 1981. Esta situación se reflejaba drásticamente en el monto de los pagos por concepto del servicio de la deuda externa contratada en el período y de la que fue heredada del sexenio anterior.

  • La percepción a nivel internacional de que la evolución del déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos, aunado a los dos factores descritos arriba y al crecimiento desorbitado de la deuda, hacían insostenible continuar financiando el desequilibrio con nuevos préstamos.

  • Los sectores privilegiados de la política y la economía nacional al observar lo anterior, iniciaron la fuga de capitales ante la inminencia de una nueva crisis económica y la devaluación de la moneda. La cuenta de errores y omisiones de la balanza de pagos de 1981, refleja una fuga de 8,373 millones de dólares en el período.

A continuación se reproduce un párrafo del Informe Anual del Banco de México de 1982, referente a la situación económica de 1981. El informe es muy extenso y puede ser consultado oprimiendo aquí

" ...Cuando a mediados de 1981 se produjeron simultáneamente reducciones del precio y del volumen de la exportación petrolera, la situación de la cuenta corriente se deterioró aún más. En estas condiciones, se generalizaron las expectativas de que el tipo de cambio se tornaría insostenible en los niveles entonces vigentes y, en consecuencia, hubo un rápido incremento de la dolarización en los depósitos bancarios, así como fugas de capital de magnitud importante. La ampliación del déficit público causada por un nivel de ingresos petroleros menor al previsto, y las presiones sobre la balanza de pagos originadas en un creciente déficit en cuenta corriente y en sustanciales fugas de capital, condujeron a la contratación de deuda pública externa por casi 20 mil millones de dólares, la mayor parte de los cuales se consiguieron en el segundo semestre de 1981. El país utilizó más recursos externos en ese año que en todo el período 1975 - 80. Las medidas con las cuales se intentó resolver la problemática de 1981 fueron insuficientes y, en algunos casos, generaron nuevas dificultades. Así, el aumento del endeudamiento externo y el corto plazo al cual fue contratado parte sustancial del mismo, determinaron un gran incremento de la carga financiera por concepto de pago de intereses y de amortización, a la vez que deterioraron las posibilidades de utilizar ulteriormente el crédito externo como instrumento de política económica.

Así se llegaba al último año de gobierno y los presagios de una nueva crisis impulsaron a López portillo a transmitir, el 5 de febrero de 1982, un mensaje en red nacional de radio y televisión. En este mensaje en él que informaba de la grave situación económica, lo concluyó con su muy famosa frase:

¡Defenderé la paridad del peso como un perro!

Como era de esperarse, dicho mensaje solamente sirvió para agudizar la fuga de capitales, que fue de6,579 millones de dólares en el año de1982., mismos que sumados a la fuga de 1981 ascendían a 14,952 millones de dólares.
Ante la difícil situación, el 18 de febrero del mismo año, el Banco de México se retiró del mercado y dejó el tipo de cambio peso-dólar en flotación, el cual pasó de 26.81 a 37.55 pesos por dólar en ese mismo día. El peso continuó su caída y para los primeros días del mes de agosto había llegado a 48.79 pesos por dólar, lo cual representaba una primera devaluación del 81.98%.

Para esa fecha Miguel de la Madrid ya era presidente electo y tendría que tomar posesión el 1o. de diciembre de 1982, sin embargo el caos era terrible. El torbellino inflacionario, que prometió evitar JLP en su toma de posesión, era ya incontenible en virtud de los incrementos salariales de emergencia que fueron decretados sin sustento. Al inicio del año aumentaron oficialmente en 34%, pero apenas en marzo ya se recomendaba aumentarlos un 30% más y finalmente en el mes de noviembre se oficializó dicho incremento del 30%. Aún así los salarios jamás alcanzarían a la inflación, que cerró 1982 apenas a unas décimas del100%.

La fuga de capitales y los depósitos bancarios en cuentas de dólares que eran permitidos, continuaron su acelerada carrera. Todo mundo quería protegerse de una inminente segunda devaluación. Por tal razón el 6 de agosto se implanta una nueva modalidad, un mercado de cambios dual, con una cotización preferencial de 49.13 pesos por dólar que se aplicaría a la importación de bienes prioritarios y al pago de los intereses de la deuda externa pública y privada, Por otra parte habría una cotización libre sujeta a la oferta y la demanda que en su primer día se ubicó en 75.33 pesos por dólar y continuaría su aumento hasta llegar a 104 pesos por dólar un día antes del último Informe presidencial

Por si fuera poco, el 13 de agosto, se decreta que todos los depósitos bancarios denominados en moneda extranjera deberían convertirse de manera obligatoria a moneda nacional, mediante la entrega del equivalente en base al tipo de cambio general vigente al momento de realizarse el pago, que entonces era de 49.13 pesos por dólar. Al convertirlos a moneda nacional se conocieron como Mexdólares y represento una considerable pérdida para todos los poseedores. En esta fecha también se cerró temporalmente el mercado cambiario.

El que esto escribe entendía que ¡por fin! la salida de López Portillo estaba cercana y deseaba que pasaran pronto los días y que en su último Informe de Gobierno, diera de manera natural una reseña de la crítica situación económica y se fuera a descansar, antes que tomar alguna otra de sus arrebatadas decisiones. Sin embargo nuestros fervientes deseos no se cumplieron y por desgracia no fue así ...

En un "dramático” último informe de gobierno, quizá más por llamar la atención, pues para esos días nadie lo tomaba en cuenta, López Portillo tuvo a bien decretar la estatización de la Banca Nacional y establecer además un régimen de control de cambios. Eso era lo único que nos faltaba para acabar de arruinar la economía del país.
Mediante excepcional pieza oratoria, hizo gala de sus grandes dotes de primer ACTOR y derramando lágrimas ante el micrófono haciéndonos creer que en verdad había sido una víctima de los banqueros "vende patrias", saqueadores del país, tomó una más de sus arrebatadas decisiones de muy graves consecuencias en los años subsiguientes y actuales.
Nunca he apoyado a los banqueros, pero pienso que lo sucedido en 1982, fue más por errores acumulados del Gobierno, al haber permitido que la economía llegara hasta ese extremo de inestabilidad, sin haber hecho los ajustes del tipo de cambio de acuerdo al diferencial de las inflaciones México-USA, desde mucho tiempo atrás. De acuerdo a la tabla Devaluación - Inflación que aparece en este sitio, debió realizar el ajuste desde mediados de 1980.
Por lo tanto, la sobrevalución del peso
propició la fuga masiva de capitales con destino a los bancos del extranjero, encabezada por políticos y personajes influyentes con información privilegiada. Hasta donde entiendo, para entonces las arcas nacionales habían quedado vacías, la reservas de divisas en moneda extranjera estaba prácticamente agotadas y por lo tanto el país estaba a punto de declarar la "moratoria"de pagos al extranjero.

Aunque a muchos no les llamaba la atención ver y escuchar los Informes de Gobierno, yo tenía la costumbre de seguirlos con cierto cuidado y más para esta ocasión en que la situación del país era tan crítica y confusa. Por tal razón aquella ocasión prendí mi televisión pequeña y con toda atención me puse a escuchar aquel histórico informe Como decía mas arriba todos queríamos que terminara sin sobresaltos, dejando el camino abierto para que tomara posesión el siguiente mandatario.
Debo reconocer que aquel hombre, a pesar de que yo no comulgaba con sus ideas de estatizar la economía y tomar decisiones arrebatadas sin previo consenso, me había ido envolviendo con su discurso y a tal grado que cuando terminó llorando en verdad me conmovió.

" ... A los desposeídos y marginados, a los que hace seis años les pedí un perdón (aplausos.) que he venido arrastrando como responsabilidad personal - excúsenme por favor, como si fuera exclusiva por haberlo formulado- , les digo que hice todo lo que puede para organizar a la sociedad y corregir el rezago; que avanzamos; que si por algo tengo tristeza es por no haber acertado a hacerlo mejor ..."

Ya para finalizar y culminar su discurso un grito desgarrador retumbó en la Cámara de Diputados y refiriéndose a los banqueros dijo:

" ... Para responder a ellas he expedido en consecuencia dos decretos: uno que nacionaliza los bancos privados del país, (aplausos prolongados), y otro que establece el control generalizado de cambios, no como una política superviniente del más vale tarde que nunca, sino porque hasta ahora se han dado las condiciones críticas que lo requieren y justifican. Es ahora o nunca. Ya nos saquearon. México no se ha acabado. No nos volverán a saquear.(Aplausos prolongados.) ..."

Cuando salí de la oficina para ir a comer a la casa estaba tan confundido y hasta cierto punto convencido de que aquello era lo mejor para el país, que en cierto momento me dije:
-épale pues que te pasa
... no te das cuenta que lo que está haciendo va en contra de tus principios fundamentales-
y fue entonces cuando desperté y me di cuenta de lo terrible de aquellas medidas. No conforme con haber llegado a 1155 empresas propiedad del gobierno, ahora se iba sobre los bancos. En verdad que eso era terrible,,,

Al reseñar las crisis anteriores me permití analizar de que manera se había perdido el poder adquisitivo de los salarios, como consecuencia de la mala administración de la economía nacional. En el caso de López Portillo es pertinente recordar que recibió salarios artificialmente altos, que representaban un incremento del poder adquisitivo del 31.62% en el período. Digo artificialmente en razón de que el país estaba inmerso en una crisis inflacionaria y al iniciarse un nuevo período sexenal, dependería del siguiente mandatario controlar la crisis y conservar el poder adquisitivo de los salarios en todos los sectores de la sociedad.
Analizando en base a los incrementos del salario mínimo y la inflación en el período de JLP obtenemos lo siguiente: Recibe el salario mínimo en $96.70 por día y lo entrega en $364.00 por día, es decir con un incremento del 276.42%, mientras tanto la inflación siguió galopando en el período y acumula un incremento sexenal del 459%. La pérdida sexenal del poder adquisitivo del salario fue del 32.66%.
Es decir que lo ganado al final del período de Echeverría se perdió en el período de López Portillo.
Doce años sin crecimiento estable del salario, alta inflación y endeudamiento que hoy conocemos como laDocena Trágica.
Increíble ¿verdad?

¿Como pudo ser posible que un sexenio con tantas expectativas económicas favorables, abundancia de petróleo, buenos precios y apoyos crediticios, concluya con tan pésimos resultados?
Las palabras de Don Antonio Ortiz Mena adquieren cada vez mayor relevancia:

Los experimentos de crecimiento inflacionario, en México y en el resto del mundo, no han dado resultados positivos.

La inflación trajo consigo múltiples consecuencias, entre ellas los incrementos de precios y tarifas de los servicios que proporciona el Gobierno, y entre todos, destacan los datos de la gasolina, que subió y subió, a precios muy por arriba de la inflación. Es una verdadera contradicción que con tal abundancia de petróleo, la gasolina subiera de precio de manera tan absurda. Entre 1976 y 1982 pasó de $3.00 por litro, hasta $41.00 por litro, es decir que el incremento fue de 1266% en el período, con ajustes en 1978, 1980, 1981 y 1982.
Si como se dijo arriba, la inflación del período fue del 459%, el precio de la gasolina prácticamente triplicó la inflación.

Me gustaría decir que al llegar a este punto las cosas empezaron a cambiar para el bien de nuestro país y sus habitantes, pero no fue así. Lo que llegó fue un nuevo Gobierno.
Sería imposible analizar los efectos de la crisis provocada por López Portillo, sin analizar el sexenio siguiente que fue en donde se reflejaron de manera contundente todos los efectos de los graves errores cometidos.

En esa crítica situación el primero de diciembre de 1982, tomó posesión como nuevo presidente Miguel de la Madrid Hurtado, que se rumoraba no había sido informado previamente de la decisión de López Portillo de estatizar la Banca y declarar el control de cambios, pero claro, en su discurso de toma de posesión no dijo una sola palabra.

Sin embargo no dejó de mostrar su auténtica preocupación por la situación que se vivía, cuando expresó:
“No permitiré que el país se me deshaga entre las manos”

Hablar mucho de Miguel de la Madrid es imposible, pues para mi personal punto de vista su mandato fue gris y sus actitudes fueron tibias.
Es cierto, heredó un país en la más completa ruina, sin divisas en la reserva, con inflación galopante, endeudado hasta la máxima expresión y con la industria petrolera rumbo a la quiebra, por los bajísimos precios del petróleo de exportación.

La Banca había dejado de ser mixta, pues no conforme con los bancos que ya eran del gobierno desde antes de septiembre de 1982, como Banco del Atlántico y Banco Mexicano, López Portillo había estatizado los restantes. El ridículo e imposible “control de cambios” de un país que tiene 3000 Km. de frontera con Estados Unidos pesaba mucho sobre la economía del país.

Sin embargo el problema más agobiante que afrontó Miguel de la Madrid desde su toma de posesión, fue la magnitud de la deuda externa y los cortos plazos en los que debía cubrirse. Desde el 22 de agosto de 1982, se había solicitado a la comunidad bancaria internacional una prórroga de 90 días para los pagos de capital correspondientes a la deuda del sector público. El párrafo siguiente corresponde al Informe Anual del Banco de México en 1983:

"...Durante ese lapso se pagarían sólo intereses, y el gobierno propondría una reestructuración del perfil de la deuda pública externa que ayudase a resolver el problema de pagos que afrontaba el país. Durante ese período se integró un grupo de bancos asesores que serviría de enlace entre las autoridades del Gobierno Mexicano y la comunidad bancaria internacional. Para entonces, ya se habían iniciado conversaciones con el Fondo Monetario Internacional, no sólo con el propósito de utilizar los recursos disponibles para México en su calidad de miembro de dicho organismo, sino más importante, para poder lograr la reestructuración referida de la deuda y el acceso a recursos adicionales de la banca comercial ... "

Y más adelante en el mismo informe:

" ... La interrupción del funcionamiento normal de los mercados financieros internacionales significó que, en el corto plazo, el país no podía esperar la contratación de suficientes créditos nuevos con los cuales pudiera financiarse, como usualmente se hace, el pago de los que fueran venciendo. Durante 1983 se firmaron contratos de reestructuración que cubren 98 por ciento de la deuda del sector público que vencía entre agosto de 1982 y diciembre de 1984, cuyo monto llegó a 23 mil millones de dólares aproximadamente. En sus aspectos técnico y legal, dicha reestructuración constituyó una de las más complejas operaciones financieras internacionales que se hayan diseñado en muchos años. Con la reestructuración se obtuvo un período de gracia de cuatro años, al cabo de los cuales los pagos del principal de la deuda se distribuirían en otros cuatro años ..."

Durante 26 meses, más de 2 años, México no recibió un solo crédito internacional. Nadie creía en nosotros.
El Secretario de Hacienda, don Jesús Silva Herzog, se convirtió en una especie de embajador itinerante, que recorrió gran parte del mundo para negociar con los bancos privados, a quienes se les debían miles de millones de dólares. ¡Era en verdad una vergüenza!
Pero es interesante ver lo que escribió el periodista J. Jesús Rangel M., en una serie de artículos que sobre este tema publicó en Excelsior en marzo de 1987 bajo el titulo de: “Pagó México 80,000 millones de dólares en 6 años”.
En ellos nos describe claramente como sucedió tal cosa:
Durante el período de López Portillo se amortizaron 27,593 MDls. y se pagaron 28,090 MDls de intereses, mientras que en el período siguiente de Miguel de la Madrid, se amortizaron 6,874 MDls. y se pagaron21,913 MDls de intereses. La suma de estas cantidades da (tomar aire) 84,470 millones de dólares que tuvieron que cubrirse en menos de 10 años.
¿De donde pudieron obtenerse tan gigantescas sumas para pagar la deuda externa y el servicio de la misma?
Evidentemente de las exportaciones petroleras.
¿Se acuerdan de la abundancia?
Ojala pudiera decir que sirvió para construir autopistas libres de cuota, eliminar las tenencias sobre automóviles, gasolina barata, construir escuelas, universidades y hospitales; pero no, no fue así. la abundancia sirvió para pagar las deudas y sus onerosos intereses...

En lo fundamental Miguel de la Madrid debió haber priorizado una forma de controlar la espiral inflacionaria y no lo hizo, o no pudo hacerlo. No es mi misión juzgar, pues no creo ser la persona idónea para ello, sin embargo las consecuencias del descontrol inflacionario y el "deslizamiento" diario de la paridad peso-dólar, resultaron altamente nocivos. En la tabla que sigue, prefiero resumir los doce años de crisis originados por el mal manejo financiero de los sexenios de Echeverría y López Portillo, sumados al desastre de Miguel de la Madrid.

1 comentario:

  1. la informacion publicada se obtuvo de :
    http://mexicomaxico.org/Voto/CrisisMex.htm

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