viernes, 5 de agosto de 2011

LA CRISIS DE 1954, ADOLFO RUIZ CORTINES.-


El Origen:
La llegada de Don Adolfo Ruiz Cortines a la Presidencia, de acuerdo con las prácticas de aquella época, se dice que fue por discrepancias entre los "Notables" que reunidos solían decidir quién habría de suceder a Miguel Alemán en el poder. Comentaba mi padre, que hubo discrepancias entre los ex-presidentes y Miguel Alemán y para evitar el choque optaron mejor por Don Adolfo.
El "gallo" de Miguel Alemán era su paisano Fernando Casas Alemán, que ya para entonces tenía hasta la propaganda electoral impresa, dando por un hecho que él sería el "bueno". Parece ser que don Lázaro Cárdenas, se inclinaba por el Gral. Henríquez Guzmán y de allí la elección de un candidato neutral.

Para 1953 tenía 18 años y había terminado la Prevocacional, la Vocacional y estudiaba ya el primer año de mi carrera profesional en la ESIME. Tampoco me daba cuenta, ni entendía mucho de aquellos asuntos políticos, solamente escuchaba los comentarios de mi padre cuando platicaba con otros parientes. Mi educación prominentemente técnica, me alejaba de manera absoluta de las implicaciones sociales de aquellos hechos. Mi mente estaba saturada de procedimientos matemáticos y conceptos teóricos de Física y Electricidad, y claro mi más cara ilusión era terminar pronto la que sería mi carrera de Ingeniero Electricista. Prefería desde luego irme a ver los juegos de fútbol americano, que enterarme de la vida política y el desempeño del "viejito" Ruiz Cortines.

Pero al menos, y también gracias a la costumbre de mi papá de leer el periódico diariamente, me mantenía informado de los grandes encabezados a 8 columnas en los cuales generalmente se apoyaba de manera absoluta la política del régimen. Se dice que Ruiz Cortines logró meter orden en el gasto público y creo que fue verdad, pero el eterno pero, a él y a su gobierno debemos otra de las funestas devaluaciones de la moneda nacional, sobre todo por lo absurda y brusca que fue y por la mala fe con que fue planeada.

El primer año de Don Adolfo, fue una año de estancamiento económico, muy bajo el crecimiento del Producto Interno Bruto, solo creció un 0.3%.y la inflación dentro de niveles razonables del 2%. El tipo de cambio estaba firme en $ 8.65 pues se había fijado de acuerdo con el FMI en 1950, usualmente con un cierto rango de subvaluación. La inflación del período 1950-1953 previa a la devaluación fue del 18% en México y del 8% en USA. El gobierno en si, no tenía ninguna presión devaluatoria, pero el gabinete económico y el presidente de la República, tuvieron la genial idea de modificar la paridad del peso, devaluar, de $8.65 a $12.50 pesos por dólar, pensando que de esa manera se daría un tremendo impulso a la economía.
Lo que relata* al respecto don Antonio Ortiz Mena, es lo siguiente:

"Las autoridades financieras decidieron adoptar una política que buscara promover la expansión económica. El elemento elegido fue el tipo de cambio. Por primera vez en nuestra historia se iba a llevar a cabo una devaluación no forzada por las presiones de los mercados, sino como medida de política económica para acelerar el crecimiento. El secretario de Hacienda de esa época, don Antonio Carrillo Flores, dijo que la devaluación iba a ser un "chicotazo" para la economía."

¡Y vaya que tuvo razón!, la fuga de capitales fue tremenda y las reservas del Banco de México se redujeron a la mitad en menos de 90 días transcurridos.
La parte más triste de este asunto, fue que todo se planeó de manera secreta, e incluso al resto del gabinete se le hizo creer que la situación del país era muy buena. El 18 de febrero de 1954, reunido el gabinete presidencial en pleno, se presentó un panorama general con favorables perspectivas económicas, dando lugar a un boletín de prensa bastante optimista, que fue publicado por todos los diarios del país.
Cuando todos pensaban (incluso el que esto escribe, pues recuerdo bien haberlo leído en el periódico) que el país marchaba por el camino correcto y había que tener confianza, el 17 de abril de 1954, en pleno "Sábado de Gloria", el gobierno anunció la devaluación de $8.65 a $12.50 por dólar.
La supuesta ventaja de encarecer las importaciones y abaratar las exportaciones, nadie la entendió, creó más desconfianza y la gente siguió comprando dólares caros, haciendo bajar drásticamente las muy exiguas reservas de aquel entonces.
El trauma del "Sábado de Gloria", quedaría marcado en la mente de todos los sectores de la población, aquel engaño, aquella mala fe con la que se actuó, perduró y causó desconfianza hasta nuestros días. Considero que fue un tremendo error de Don Adolfo, haber devaluado de manera brusca y sorpresiva.
En relación a lo anterior, el Banco de México reportó en su Informe Anual de 1954 lo siguiente

"El Gobierno de México anunció el 18 de abril, el establecimiento de un nuevo tipo de cambio para el peso, que a partir de esa fecha sería de $12.50 por dólar norteamericano, devaluando su moneda en un 30.8%. El Fondo Monetario Internacional, al cual está adherido nuestro país desde julio de 1944, fecha de su fundación, dio su conformidad a la modificación propuesta, al demostrarse que era indispensable para corregir un desequilibrio fundamental en su balanza de pagos ... El C. Presidente de la República en su informe al Congreso de la Unión el 1º de septiembre de 1954, dijo: Desde fines de 1953, el Gobierno venía siguiendo con preocupada atención hechos reveladores de que, al mismo tiempo que se producía un alivio en el panorama económico interno, se manifestaba una debilidad creciente en la posición internacional del peso, como resultado de saldos adversos, cada vez mayores, en la balanza comercial, que inevitablemente se reflejaban sobre la de pagos."

En el párrafo anterior es interesante observar la manera en que Banco de México reporta el porcentaje de devaluación de la moneda en un 30.8%, siendo que la devaluación se calcula en base al porcentaje que se incrementó el tipo de cambio vigente, que era de $8.65 y que por lo mismo fue del 44.51%. Curiosamente Banxico calcula el porcentaje de devaluación en función de la nueva paridad, lo cual es incorrecto, pero que le permitió presentar una cifra menos alarmante. Recuérdese que Banco de México no era autónomo en aquellos días.
No está dentro de mi nivel de conocimiento e información, analizar si en aquel momento era realmente indispensable o no, hacer aquel ajuste brusco del tipo de cambio, ni tampoco es el objeto de esta comparación. Lo que se busca en realidad es observar, cuales fueron sus efectos y si realmente corrigió el rumbo de la economía nacional.

Los Efectos:
A pesar de la sorpresiva devaluación, los resultados finales de Don Adolfo le fueron favorables, hizo crecer la economía durante su sexenio en un 44%, mantuvo el tipo de cambio estable en $12.50 durante 5 años de su gobierno y conservó las finanzas públicas en equilibrio, obteniendo un superávit en la relación Ingreso-Gasto en todos los años.
Aún así, el recuerdo de la devaluación sorpresiva permaneció en las mentes de todos los mexicanos por décadas, creando desconfianza y duda en cuanto a las acciones emprendidas por el gobierno. Tras de la crisis, en el período 1953-1955, las exportaciones nunca crecieron como se había pregonado, la deuda externa creció de manera exorbitante y para variar el precio de la gasolina se incrementó el 37.5%.
Al menos la inflación se pudo conservar dentro de límites razonables y veamos de que manera gravitó aquella lejana crisis en el bolsillo de los sectores de la población más desprotegidos y necesitados.
Entre 1953 y 1955 la inflación creció 27.13%, mientras que el salario mínimo se incrementó el 19.4%. La pérdida del poder adquisitivo provocada por la crisis fue del 6.08%, considerablemente menor que la de 1948.

Al igual que lo hice antes, cuento con los datos correspondientes al sueldo de mi padre en aquellos años y es como sigue: en 1953, previo a la crisis ganaba $790.00 mensuales y en 1955, previo a su jubilación, ganaba $979.00 mensuales. Realizando el cálculo observamos que su sueldo creció casi el 24%, es decir apenas 3 puntos abajo de la inflación de 27.13%. La pérdida de poder adquisitivo calculada fue de 3.42%
Una vez más se demuestra que una crisis en la cual se logra mantener baja la inflación, causa menos estragos en los bolsillos de los que menos tienen.

Entre los hombres del gabinete de Adolfo Ruiz Cortines, había dos que pasaron a la historia como muy buenos funcionarios públicos: don Antonio Ortiz Mena, que ocupaba la Dirección del IMSS y don Ernesto P. Uruchurtu que ocupaba el puesto de Regente del Distrito Federal.
Don Antonio Ortiz Mena, incluso fue nombrado por don Adolfo, como delegado alterno de México en la Reunión de Ministros de Hacienda del Continente Americano, con la anuencia de don Antonio Carrillo Flores, quien fungía entonces, como Secretario de Hacienda.



EL DESARROLLO ESTABILIZADOR
El Desarrollo Estabilizador quedó comprendido dentro de las administraciones presidenciales de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz, entre los años de 1959 a 1970. Por el contrario de los sexenios anteriores durante estos doce años, no se tuvo ninguna devaluación de la moneda nacional y se logró un crecimiento estable, sin inflación y un notable aumento del poder adquisitivo del salario.
Don Antonio Ortiz Mena que estuvo al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por dos sexenios consecutivos, fue el creador del proyecto económico en cuestión, que por lo mismo se asocia plenamente con su nombre y con lo que el Mundo llamó en aquellos años, el Milagro Mexicano.
Don Antonio Ortiz Mena se hizo merecedor, post mortem, al reconocimiento más importante que se otorga en el Senado de la República, mediante la Medalla Belisario Domínguez que fue entregada a sus familiares el 22 de octubre de 2009, con la presencia del presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa. En dicha ceremonia fue reconocido como: “el mejor Secretario de Hacienda que ha tenido México". Es una lástima que los legisladores hayan esperado a que tan ilustre personaje estuviese muerto, para otorgarle tal distinción.

Por la importancia que tuvieron, a continuación se describen brevemente, los objetivos económicos centrales que se persiguieron en aquella época de excepcional estabilidad macroeconómica y que mantuvieron firme el tipo de cambio peso-dólar:

  1. Lograr una situación sana de finanzas públicas y aplicar una política monetaria restrictiva.

  2. Incrementar la disponibilidad neta de divisas del país, mediante el fomento de los principales productos de exportación y a la vez, la substitución de las importaciones.

  3. Realizar cambios estructurales en la economía para incrementar el ahorro y la inversión.

  4. Elevar la productividad de la economía nacional, con la meta de largo plazo de alcanzar el nivel de productividad de los Estados Unidos.

  5. Generar un flujo adecuado de recursos financieros mundiales hacia México.

  6. Buscar la convergencia de los niveles de inflación de México y los Estados Unidos.

A continuación se transfiere un párrafo del libro* publicado por Don Antonio Ortiz Mena, en virtud de la claridad con que expresa los términos fundamentales que sirvieron de sustento a su proyecto económico:

"El presidente (López Mateos) sabía que las negociaciones de los contratos laborales eran muy difíciles, en especial en lo referente a los aumentos salariales y que en épocas inflacionarias los aumentos nominales de salario eran contrarrestados rápidamente por los incrementos de precios. Una mejora sostenible de los salarios reales requería de estabilidad macroeconómica, para la cual la estabilidad del tipo de cambio era un requisito indispensable.
Así mismo el presidente de la República estaba consciente de que el mejoramiento de largo plazo en el nivel de vida de la población, solamente podía gestarse en un marco de crecimiento económico sostenido. Para lograrlo, era necesario mantener niveles elevados de ahorro e inversión. La reducción de la inflación era una condición necesaria para alcanzar estas metas ..."

El resultado global de los 12 años de Desarrollo Estabilizador fueron en verdad sorprendentes y se pueden apreciar en detalle en la tabla Termómetro de la Economía Mexicana en este mismo sitio. Resumiendo los resultados del período se tuvo un crecimiento del PIB absoluto del 108% equivalente a un promedio anual del 6.3%. y en cuanto a la inflación, creció solamente 34% en el ciclo de 12 años, equivalente a un promedio anual del 2.47% anual. En verdad extraordinario para tan largo período.
Sumando los resultados de los dos sexenios referidos al sexenio de Adolfo Ruiz Cortines, que a pesar de la devaluación de 1954, logró enderezar el rumbo y entregar finanzas sanas, se obtuvo una pequeña tabla que compara lo que fue posible lograr en ese período estable, contra lo que sucedió en los siguientes tres sexenios de inestabilidad que veremos a continuación. Oprima aquí para ver esa importante tabla comparativa.
De igual manera al final de esta sección aparece una tabla que analiza, año por año, la evolución del poder adquisitivo del salario mínimo en el mismo período de 18 años de crecimiento estable. Oprima aquí para ver esa tabla.

Al final del sexenio de Gustavo Díaz Ordaz el país vivió importantes acontecimientos, como la celebración de los Juegos Olímpicos de 1968, que requirieron de fuertes gastos y la inversión en los escenarios deportivos, pero además los disturbios estudiantiles del mismo año que marcaron negativamente la política autoritaria presidencial.
Se menciona con frecuencia que la política económica del D.E: habría llegado a su límite y que se requería de un cambio. Veamos un párrafo que aparece en el capítulo VII del libro Deuda, Inflación y Déficit que fue publicado en 1997 por la UAM Campus Iztapalapa, bajo la dirección del Maestro en Economía Alcides José Lasa Crespo.

"Con un crecimiento económico medio anual de más del 6% y una tasa de inflación promedio inferior al 3% anual en el periodo 1959-1970, en el marco de un vigoroso desarrollo del sector industrial, puede decirse que los objetivos económicos centrales del programa económico se alcanzaron con plenitud. Sin embargo, desde mediados de los años sesenta comenzaron a hacerse evidentes una serie de problemas y limitaciones fundamentales en el funcionamiento de la estrategia de crecimiento acelerado con estabilidad de precios. Desde el punto de vista estrecho de la estabilidad macroeconómica y situándonos al nivel de las manifestaciones del problema, son tres los aspectos centrales que mostraban la fatiga del esquema de política económica: la balanza de pagos, las finanzas públicas y la pérdida de consenso social."

Es natural que el proyecto de desarrollo económico requería de un ajuste y que dicho ajuste debió darse en el siguiente sexenio. Lo que sucedió por desgracia, fue un cambio de política económica verdaderamente radical y por demás destructivo. Cuando escribí en el año 2000, para conocimiento de mis hijos y familiares, lo que llamé La Historia de un Voto, me quedé virtualmente desconcertado cuando conocí por primera vez las cifras reales de tal debacle económica y por tal motivo me propuse escribir una tercera parte que llaméLo que Pudo Ser, allí concluí con una tabla denominada 60 años de la Economía Mexicana en la cual substituí las resultados económicos de los períodos presidenciales de Echeverría, López Portillo, de la Madrid, Salinas y Zedillo, por otras, que bien pudieron lograrse siguiendo una política económica congruente y ajustada de manera eficaz a las necesidades del país. El resultado mostraba que México habría crecido de tal forma que habría superado a todos los países latinoamericanos y muchos otros europeos como España. Eso no fue así, las políticas de crecimiento acelerado con inflación fuera de control, aunado al endeudamiento irresponsable nos llevaron a la ruina.

Enrique Quintana, un destacado columnista de asuntos económicos del diario Reforma, que tiene la capacidad de publicar un artículo siempre interesante, todos los días hábiles de la semana, se preguntaba en uno de ellos, de mayo de 2008, que habría sido de México si el presidente hubiese sido el Lic. Antonio Ortiz Mena en lugar de Luis Echeverría y escribió:

"Soy de los que creo que la historia no está predeterminada, sino que hay diversos escenarios posibles y el que al final se transita depende de la decisión de muchas personas, pero de manera muy notable de quienes se encuentran en el poder. Me parece que Díaz Ordaz fue una persona muy irresponsable por muchas razones y una de ellas por la elección de Echeverría como su sucesor ..."

La verdad es que Don Antonio, según su propio relato, se auto descartó de su posible candidatura presidencial desde mucho tiempo antes de las selección de candidatos; pero ¿que habría pasado si por lo menos hubiese permanecido en la Secretaría de Haciendo? Seguramente que otra habría sido la historia.

Don Antonio refiere en su libro*, lo siguiente en cuanto al agotamiento del D:E.:

"Un comentario común respecto al desarrollo estabilizador ha sido que si bien logró resultados positivos, para principios de los setenta (siglo XX) había quedado agotado. Esta es una apreciación errónea. El modelo del desarrollo estabilizador no es un recetario de medidas económicas detalladas. El desarrollo estabilizador es la concepción de que es deseable y posible conciliar el crecimiento y la estabilidad. Ello requiere firmeza en los objetivos, creatividad en el diseño de las medidas concretas y capacidad de ejecución. Estoy seguro de que esta concepción sigue siendo válida.
Ciertamente al final de período, algunas políticas concretas tenían que haber sido modificadas. Este es un proceso normal en un país que evoluciona ..."

A los que nos tocó vivir y formar nuestra pequeña empresa en aquellos años, sabemos muy bien y reconocemos que fue una etapa de grandes oportunidades y crecimiento para todos. La clase media se fortaleció y el poder adquisitivo de la gente se reflejaba con claridad en su consumo.
Baste saber que las exportaciones globales de aquel entonces significaban no más del 5% del PIB y los ingresos por turismo fluctuaban entre 3% y 4% del PIB, (actualmente son del rango de 30% y 8% respectivamente). ¿Que significaba? Significaba que en aquella época el sector interno de la economía generaba más del 90% del PIB.

¿Porqué en aquellos años se podía y ahora no?
Es sencillo, dentro del esquema denominado de Economía Mixta de aquellos años, las inversiones del sector privado y del sector público estaban prácticamente a la par. Digamos que la economía funcionaba plenamente bajo el impulso de dos grandes motores que generaban riqueza, el privado y el público y que además se hacía bajo un esquema de crecimiento estable, con inflación controlada.
Hoy el motor del sector público no puede hacerlo ... se apagó.

¿Porqué?
Mi punto de vista es que las 3 crisis económicas que veremos a continuación, destrozaron nuestra economía. Los gobiernos se endeudaron de manera colosal, las deudas tuvieron que pagarse con altos intereses y los recursos se obtuvieron de las gigantescas exportaciones de petróleo. Aún así, el gobierno todavía arrastra un pesado lastre y de cada peso que recauda apenas puede disponer de 20 o 30 centavos para el gasto programable. De esta forma, endeudado y sin recursos dejó de ser el gran motor que en aquellos años diera impulso a la economía. Hoy ya no lo es.
Pero hay más, las crisis inflacionarias se reflejaron en el poder adquisitivo de casi todos los sectores de la población (excepto los privilegiados) y hoy el sector interno de nuestra economía quedó desarticulado y débil.

¿Cual era el eslabón más débil del desarrollo estabilizador?
De acuerdo a mi percepción personal, lo era el sector externo. En aquellos años no había exportaciones petroleras y las que había estaban formadas en su mayoría por materias primas. La economía mexicana se cerró a las importaciones bajo el programa de substitución de importaciones y esto le dio gran impulso a la industria nacional. Esto que en principio pudiera ser visto como bueno, a la larga resultó contraproducente y podemos comprobarlo si observamos la secuencia descendente de las exportaciones totales de nuestro país durante el período de 1959 -1970.

¿No era bueno proteger la industria nacional?
Mi punto de vista es que no lo era, dado que los productos mexicanos eran de mala calidad y jamás podían competir en precio en el mercado internacional, salvo muy contadas excepciones. Se frenó el desarrollo tecnológico, la mano de obra no estaba debidamente capacitada y se limitó la competencia, pues muchas de las empresas nacionales eran únicas en el mercado.
Por otra parte las exportaciones agropecuarias fueron descendiendo, por la migración de la población a las zonas urbanas, atraídos por la notable industrialización de aquellos años.

Era evidente que el D:E. requería de ajustes, sin embargo lo que vino después de 1970 no fueron ajustes al sistema, fueron cambios radicales que materialmente destrozaron lo que había logrado construirse en aquel brillante período de 12 años de continuo y excepcional crecimiento con inflación controlada.
Veamos como concluye don Antonio Ortiz Mena en sus reflexiones finales del libro* que publicó en 1998.

"Durante la época del desarrollo estabilizador, culminó un proceso de varias décadas para acceder al crecimiento con estabilidad. Lo que sucedió posteriormente fue un cambio en la concepción de la política económica que desembocó en inflación y evitó el crecimiento económico sostenido.
Los experimentos de crecimiento inflacionario, en México y en el resto del mundo, no han dado resultados positivos. México ha mostrado que puede crecer con estabilidad. Frente a los grandes retos que enfrenta para las próximas décadas, nuestro país cuenta con la gente y los recursos naturales para salir adelante. Nada debe impedir que se conjunten las voluntades de los mexicanos para lograr un elevado nivel de desarrollo ... "

La columna más importante de la tabla anterior es la penúltima, en la cual se muestra el ascenso continuo del salario mínimo previamente deflactado (descontado el componente inflacionario), reflejando un crecimiento promedio del poder adquisitivo del mismo del 5.13% anual. Lo anterior demuestra que en este período, el crecimiento económico se reflejó en todos los sectores, incluyendo a los de menores ingresos.http://mexicomaxico.org/Voto/CrisisMex.htm

Pasemos a ver que fue lo que nos sucedió después de aquel brillante episodio de nuestra historia económica..

* El Desarrollo Estabilizador: reflexiones sobre una época, Antonio Ortiz Mena, Fondo de Cultura Económica, 1998.

1 comentario:

  1. LA INFORMACION OBTENIDA SE OBTUVO DEhttp://mexicomaxico.org/Voto/CrisisMex.htm

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